Es uno de los cereales clave para las personas que estén interesadas en comer de forma saludable.
Es una fantástica fuente de energía: aporta hidratos de carbono complejos, que proporcionan glucosa al organismo de forma bastante rápida y sostenida en el tiempo, lo que permite mantener constantes los niveles de azúcar en la sangre.
También proporciona vitaminas (sobre todo del grupo B: B1, B2, B6 y vitamina E), grasas (que nadie se asuste: grasas saludables y, por tanto, indispensables), proteínas y minerales, en especial potasio, fósforo y magnesio y en menor medida calcio, sodio y selenio. Y, por cierto, los celíacos pueden comer sin problemas porque no contiene gluten.